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Reseña "Cuando se va el verano"

Portada del libro

Reseña:

6 de 10

Cuando se va el verano, a mi parecer, es demasiado infantil. La narrativa es tan simple y plana que, tranquilamente, un niño más pequeño (de los doce años de edad) podría leerlo.

A partir de esta simplicidad, surge una contradicción. Y esta contradicción es la complejidad de ciertas obras a las que se hace referencia. Por ejemplo: las de Kafka. En el opuesto, se va al otro extremo y se relatan cuentos, para mi gusto, estereotipados y aburridos, como, por ejemplo, las tradicionales historias de princesas y príncipes.

También, me es difícil asimilar como personajes de tan corta edad tienen tanto conocimiento literario y escaso nivel de reflexión. Las conclusiones elaboradas, por las chicas, fueron demasiado generales, sin nada de profundidad, y es que me planteo ¿es posible a esa edad comprender a lo que aluden estas obras citadas? ¿Acaso, qué es lo que comprenden de ello e intentan transmitirnos?

Otra cuestión que me llamó mucho la atención fue el nulo desarrollo de los personajes. Si bien la novela debía de ser corta y cumplir con el objetivo de lograr un relato enmarcado tratando el tema del amor, me hubiese gustado saber un poco más, aunque sea de la protagonista.

Y es que esta falta de desarrollo me dejó intrigada respecto de por qué el amor era tan importante para las jovencitas o qué era lo que ellas entendían por amor (algo que no se dejó en claro durante todo el libro si bien algo habían discutido).

Cuando se va el verano se me hace un rompecabezas de muy pocas piezas encajadas porque sí, porque tenían que encajar, en el sentido de que se logró un relato enmarcado, pero de manera tosca y forzada.

Beatriz Actis expresó su intención de abarcar el tema del amor ampliamente y de manera flexible, pero, creo que en ese sentido falló. Si bien cada texto referenciado hacía advertencia de un tipo de amor distinto, no se explica por qué la selección de ellos y el mensaje que nos podría dejar.

Pero no todo es malo, porque pese a todo lo que expliqué anteriormente, hay un motivo para puntuar el libro con un seis sobre diez. Lo bueno que rescato es que este libro es ideal para un niño/a que recién se inicia en el mundo de la lectura.

En mi caso, me hizo conocer e indagar en obras de las que no tenía idea que existían o que si tenía idea que existían, pero nunca las había leído. Este punto, considero, es el más importante y con el que decido quedarme pese a toda crítica que pueda hacer de Cuando se va el verano, porque lo tomo como una invitación a seguir husmeando en los libros y en la vida de los autores, y al menos yo no puedo negarme ante tal propuesta.

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