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| Portada del libro |
Información
Autor: Beatriz
Actis
Título del
libro: Cuando se va el verano
Género: novela
realista
Público: +12
años
Número de
páginas: 96
Lugar de
publicación: Buenos Aires, Argentina
Editorial:
Editorial Mandioca
Año de edición:
2017
Contexto
La editorial
Estación Mandioca, la cual se dedica de lleno a los libros escolares, tenía un
pre-proyecto armado. Este pre-proyecto consistía en la confección de una
colección de libros destinada a niños y jóvenes, que tuviera la estructura de
una novela, pero que, a su vez, contuviera un relato enmarcado. Tengamos
presente que el relato-marco es una técnica literaria que consiste en la
inclusión de uno o varios relatos dentro de una narración principal.
Dentro de esta
colección, cada uno de los libros abarcaría un tema diferente y así es como
Beatriz Actis desarrolla el tema del amor, y en este caso, no se detiene solo a
tratar el amor romántico, si no que, lo hace en un sentido mucho más amplio y
flexible.
Resumen
El resumen es
un escrito que sintetiza las ideas principales de un texto.
Siguiendo
esta definición, absolutamente todos los resúmenes encontrados en Antorcha
Literaria son de mi autoría y solamente uso la información brindada por el
autor en el texto. Excede mis creencias u opiniones.
Ahora bien, ¿de
qué trata Cuando se va el verano? Básicamente, de lo siguiente: la
mudanza de Elena (protagonista), motivo por el cual y a modo de despedida,
distintos personajes, y principalmente, sus mejores amigas, a lo largo del
libro recrean leyendas, cuentos de hadas, una novela e incluso cartas de
escritores. ¿Por qué? Porque decidieron que, por cada uno de los siete días
restantes de su amiga en la ciudad, narrarían una historia de amor.
Los textos son:
2. La princesa, el leñador y el deseo es un cuento popular italiano que recopiló Ítalo Calvino.
3. Cartas de amor de Rulfo, Kafka y Brontë.
4. Los tigres de Mompracem, de Emilio Salgari, es una novela que ha sido publicada por esta editorial.
5. Afanti, el ingenioso es un cuento oriental.
6. Los monstruos del amor es una leyenda chilena.
7. Historia de Sherezade y el sultán Shariar es el marco de la conocida colección de cuentos árabes Las mil y una noches.
Diario
de Elena: Últimos días del verano
Este primer
capítulo es una de las hojas del diario de Elena, en donde ella describe lo que
siente frente a la mudanza, el cambio de colegio, el cambio de compañeros, el
barrio, etc.
Por un lado, se
muestra entusiasmada porque se va a encontrar con un nuevo paisaje, asistiría a
una escuela de danzas, le atrae el acento de los cordobeses, etc. Pero por más
entusiasmada que esté, este cambio implicaría dejar muy lejos a sus dos mejores
amigas, Cielo y Sofía.
La mudanza es inevitable,
no hay ningún remedio, debido a un ascenso laboral del padre. Por lo tanto, no
hay más opción que digerir la realidad, así que, Elena y sus amigas, armaron un
calendario para aprovechar la última semana viviendo en Frontera.
Durante cada día
que transcurriría, asistirían a un lugar distinto, para celebrar la amistad.
Lunes:
Las escalinatas del parque
En casa de Elena
comenzaron a realizar el embalaje de sus objetos y, ya bien de noche, se
encierra en su cuarto para relatar en su diario como ese día a las siete p.m.
se encontró con sus amigas y entre charlas y risas, éstas, le dan la noticia de
que sus regalos de despedida serían muchas historias de amor.
Así es como
Cielo comienza a recitar El príncipe sapo.
Una vez
terminado el relato, las tres, intentan sacar conclusiones.
Algunas de
ellas:
·
El verdadero amor vence prejuicios y va más allá
de las apariencias.
·
El amor está donde menos lo esperás.
Siguieron
charlando rato más, se sacaron una foto juntas y luego cada una asistió a su hogar.
Martes:
La estación de tren abandonada
Existe una
estación de trenes del Oeste de donde ya no parten trenes, sin embargo, la
gente suele reunirse y pasear por aquel lugar, sobre todo, porque en donde
funcionaban las boleterías ahora lo hace una asociación llamada Amigos del
Tren, que es una especie de museo.
Enfrente de tal
infraestructura hay una plazoleta, donde otro tanto más de gente se reúne.
Ahí mismo se
encontraban una mujer, que tejía, y un anciano que conversaban, además de otras
personas. Todas estas les eran desconocidas a las tres amigas, lo cual les
parecía extraño porque concurrían con frecuencia el lugar y nunca antes los
habían visto.
A pesar de la
extrañeza, se sentaron en uno de los bancos por ahí junto a una hilera de
rosales, todo con la intención de oír la conversación entre los ancianos. Todas
aguardaron silencio para escuchar atentamente. Mientras tanto, Elena, recordaba
los cuentos para dormir que le contaban sus abuelos de más pequeña.
El anciano
contaba la historia de La princesa, el leñador y el deseo.
Mientras se
narraba la historia, las tres, no solo Elena, comenzaron a percibir como
familiar aquel acento al hablar. Una vez que el anciano terminó, se pusieron de
acuerdo en que les recordaba a un tío de Cielo, hombre de mayor edad nacido en
un pueblo, en donde se tenía la tradición de que los mayores, que habían venido
de Italia, les contaran historias a los más pequeños.
Otra cosa que
pareció llamar aún más la atención de la protagonista, es que, el anciano
llevaba puesta una gorra y un chaleco con el calor del pleno diciembre.
Como en el
capítulo anterior, las muchachas comenzaron a formular conclusiones:
·
El leñador en un principio parecía apático,
falto de deseo y que la magia era lo que le concedía todo, como si se adivinara
lo que quería, pero, en realidad, todo lo que hacía lo hacía porque quería. …”
Pero al final, hace lo que desea, no por la magia sino por él mismo” …
Acto seguido, la
señora comienza a narrar una historia, sin dejar de tejer, y el anciano pasa a
ser el oyente.
…” Pensé: este
es un buen lugar para tejer historias “…
La señora narra Nieve
Blanca y Rosa Roja.
Conclusiones:
·
Se narra una “historia de amor imposible” en
donde Nieve Blanca y su pretendiente, pese a las diferencias entre ambos,
tienen un final feliz.
·
Nieve Blanca fue buena y solidaria con su
pretendiente.
El encuentro
amistoso llegó a su final, se tomaron otra foto juntas y cada una partió a su
casa.
Miércoles:
La galería detenida en el tiempo
Esta vez las chicas se reúnen en el
Pasaje, un lugar muy concurrido y popular entre los jóvenes de su edad por
tener negocios de piercings, tatuajes y uno de cómics.
Ellas difieren del resto y se
agrupan en el subsuelo, frente al taller de un lutier.
En esta ocasión, cada una de ellas
tenían una novedad para contar.
Lo que no se imaginaban, es que,
esa novedad sería la misma que la del resto.
Alguien, había dejado por debajo de
las puertas de sus casas, un sobre con cartas dentro. Sobre, que del lado de
atrás contenía una especie de firma, que decía: El Rayo Verde, escrito con un
fibrón de color verde.
Y así fue como cada una compartió
las cartas que habían recibido.
Sofía -> Cartas de Juan Rulfo a
Clara.
Juan Rulfo es un escritor mexicano
que escribió la novela Pedro Páramo y, estas cartas específicamente, se
las escribió de Clara Aparicio, su mujer, cuando eran novios.
·
Sin conclusiones
Elena -> Carta de Franz Kafka a
Milena.
El primer gran amor del escritor
fue Felice Bauer y durante aquel noviazgo Kafka escribió La metamorfosis.
Ellos se mandaban demasiadas cartas porque vivían en ciudades diferentes: él
vivía en Praga y ella, en Berlín.
Pero, esta carta está dedicada a
otra mujer: Milena. Kafka le escribió a Milena en el final de su vida, cuando
ya estaba enfermo de tuberculosis. Ella vivía en Viena y esta carta la escribió
él en Italia, donde se estaba tratando por su enfermedad.
·
…” A Kafka, en el final de su vida, parece que
lo sostiene el amor a Milena, y por eso son tan intensas esas cartas… ¡El amor
te salva! “…
Cielo -> Cartas de Charlotte Brontë
a Constantin Héger.
Se las escribe Charlotte Brontë,
inglesa, a un profesor belga. Él era dueño de una escuela en Bruselas adonde
Charlotte y su hermana Emily, que también era escritora, fueron a estudiar
francés. Señalan un amor no correspondido.
·
Estas cartas, a diferencia de las anteriores,
dejaron sensación de angustia sobre las muchachas. Entonces, se plantearon si
servirán para algo los amores imposibles.
·
Cielo planteó que sí, que no siempre te vas a
enamorar de alguien que esté enamorado de vos, que en la vida no todo es
felicidad ni pajaritos de colores, pero, que de eso también se aprende.
·
A Elena se le ocurrió que Charlotte trataba de
superar su pena de amor usando como herramienta la escritura.
El capítulo finaliza con el
interrogante ¿Quién es ese tal Rayo Verde y por qué envió esas cartas?
Jueves:
El club del barrio
En esta ocasión,
el lugar de encuentro es el club del barrio Sur. Estaba demasiado tranquilo ya
que en ese horario solo quedaban presentes señoras que hacían yoga.
Sofía, que llegó
de última al encuentro, lo hizo gritando a viva voz que sabía lo que era el rayo
verde: una novela de Julio Verne.
Más allá de ser
una novela de Julio Verne, el rayo verde tiene un significado.
… “Al atardecer,
en algunas ocasiones se puede ver un punto verde, durante un par de segundos,
sobre la posición del sol, o un rayo del mismo color que sale del lugar donde
la estrella se ha puesto. Es producto de la refracción y la dispersión de la
luz del sol cuando se encuentra cerca del horizonte, como una especie de
espejismo generado durante esos instantes. Normalmente se ve cuando el
horizonte no presenta obstáculos, como en el mar o en un río ancho” …
… “El rayo verde
fue popularizado por la novela del mismo nombre de Julio Verne, publicada en
1882. Allí describe el color del rayo, señalando que “es un verde que ningún
artista podría jamás obtener en su paleta, un verde del cual ni los variados
tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir
un igual”. En la obra se explica que el momento de ver el rayo verde es el
momento en que dos personas descubren, a la vez, el amor. El autor francés
escribe finalmente: “Si hay un verde en el Paraíso, no puede ser sino de este
tono, que es sin dudas el verdadero verde de la esperanza”. “…
Las amigas se
miraron con complicidad y planearon ir a observar el rayo verde al río más
cercano.
Una vez tomada
tal decisión, Sofía prosiguió sacando un libro de su mochila: Los tigres de
Mompracen de Emilio Salgari, una novela de piratas. Lo utilizó para leer
algunos capítulos en ese mismo instante, y, además, se lo ofreció como obsequio
a Elena, quien se encantó con tal ofrecimiento, pues, sabía que su amiga era
fanática de historias de piratas desde muy pequeña y comprendía el valor del
libro para ella.
Viernes:
El gran teatro, el pequeño kiosco
Aquella tarde se
reunieron en el hall del teatro provincial. Elena aprovechó para despedirse de
su profesora de ballet y aquella, junto a otras alumnas, le regalaron un libro
sobre la historia de la danza.
Una vez
reunidas, las chicas comenzaron a especular sobre quién sería aquel Rayo Verde.
Elena sospecha
de Lautaro, un íntimo amigo de su hermano. Es el principal sospechoso por
conocer tan de cerca la situación de la mudanza y la despedida. Decide callar y
no comunicárselo a sus amigas.
Inmediatamente,
Elena lee un fragmento del libro que le regalaron su profesora junto a sus
compañeras de danza: Afanti, el ingenioso. Cuento, ante el cual, las
chicas rematan que no hay que subestimar ni burlarse de los demás.
Seguidamente del
debate que suele darse después de una lectura, Elena retoma la palabra y les
enseña a sus amigas un libro que le regaló su abuelo a su abuela cuando eran
jóvenes. La protagonista se mostró emocionada ante tal novela porque su abuela
había remarcado algunos renglones y esa, creía, era una manera de conocerla
desde otro lado: más joven y enamorada.
Las señoritas
examinaron de punto a punto el libro, desde el contenido de sus hojas, como lo
escrito y las ilustraciones, hasta la tapa, la textura y “el olor del pasado”.
Después de un
largo silencio, prometieron que leerían Jane Eyre (novela de Charlotte Brontë),
las tres al mismo tiempo, cuando Elena ya no viviera más en Frontera.
Posteriormente,
se dirigen hacia el kiosco, que estaba cerca del teatro. Ahí mismo, advirtieron
la presencia de Danilo Pereyra, un indigente que había nacido en el Norte y que
tenía fama de contar historias atrapantes.
Gracias a su falta de techo y espíritu aventurero, conoció muchos
lugares y diferentes culturas, de ahí es de donde se nutrió para contar las
historias.
Las chicas lo
conocen porque una de sus habituales paradas es próxima a aquel kiosco.
Con ganas de ser
oyentes de alguna de esas historias, le compraron una gaseosa y se acercaron
hasta su rincón para dársela y este a cambio les contó un cuento sobre el lado
oscuro del amor.
Lo que más les
atraía, era que, al contar las historias entraba en una especie de trance como
si se remontara a algún lugar lejano o sobrenatural. Era experto en crear
emoción y suspenso.
Según Danilo,
relató un sueño que tuvo la noche anterior. Realmente, Los monstruos del
amor, es una leyenda chilena.
Una vez
terminado el relato, Danilo no volvió a emitir palabra y ellas retirándose del
lugar comenzaron a debatir acerca de lo que les quiso transmitir. Cielo
sospechó que quiso decirles que existen amores enfermos, que no soportan el
rechazo, y no respetan la libertad del otro. Sofía, caso contrario, cree que
eso no es verdadero amor.
Siguieron
discutiendo y nombraron … “Lo monstruoso que aparece con forma fantástica en
los cuentos también nos alerta sobre los males, los peligros y las injusticias
de la realidad” …
Sábado:
La playa sobre el río
Esta vez, el
trio se agrupó en la playa antes del atardecer. Era el último día en Frontera,
ya que al día siguiente viajarían temprano.
Mientras se
recostaban y disfrutaban del sol y de la playa, Lautaro aparece, y, tomándolas
por sorpresa, saluda a cada una de ellas.
Elena no titubeó
en acusarlo de ser el Rayo Verde ante todos los presentes y el sin negarse se
rió y poco después lo aceptó.
Obviamente no
faltó el interrogativo de que por qué envió las cartas y eligió ese tema a lo
que alegó que solamente quiso escribir sobre las distintas formas del amor,
pero se limitó a copiar lo que otros escribieron y las cartas se las envió a
demás personas, no solo a ellas.
Todo esto dio
pie a que comience a recitar el marco de Las mil y una noches y la Historia
de Sherezade y del sultán Shariar.
Y Acá dan a luz
dos puntos de vista:
· El sultán también se salvó porque gracias a ella pudo ver el mundo a través de lo que le contaba y eso lo sacó de su deseo de venganza y demás locuras.
Se tomaron una
foto los cuatro juntos, tirados sobre la arena, y así, esperaron el atardecer
para confirmar si sucedía el fenómeno del rayo verde.

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