Cartas de Franz Kafka a Milena:
Género epistolar
Relato enmarcado de: Beatriz Actis - "Cuando se va el verano"
Carta de Franz Kafka a Milena[1]:
Merano, Pensión
Ottoburg abril de 1920
Estimada Frau[2]
Milena:
[…] Sólo en sueños soy tortuoso. Es tan lindo haber recibido
tu carta y tener que responderla con este cerebro insomne. No sé que escribir.
Me limito a vagar entre las líneas, a la luz de tus ojos, en el aliento de tu
boca, como en un bello día de felicidad.
No sé cómo abarcar la felicidad de tenerte aquí, la alegría
de que me pertenezcas. No solo te amo a ti. Es más lo que amo, amo la
existencia que tú me otorgas.
[…] Yo te quiero como el mar desea a un diminuto guijarro
hundido en sus profundidades. De igual manera te envuelve mi amor. Y ojalá yo
sea para ti ese guijarro. Amo al mundo entero y a ese mundo pertenecen también
tus hombros y tu rostro sobre mí en el bosque y ese descansar mío sobre tu
pecho casi desnudo.
Qué fácil será la vida cuando estemos juntos. Entiéndeme
bien y sigue siendo buena conmigo. Antes de conocerte creía no poder soportar
la vida, no poder soportar a los hombres. Y eso me avergonzaba. Pero tú,
Milena, me confirmas ahora que no era la vida lo que me parecía insoportable.
Hoy me bastan unas pocas líneas tuyas, dos líneas, una sola palabra. Lo único
cierto es que lejos de ti no puedo vivir. No deseo otra cosa que hundir mi
rostro en tu regazo, sentir tu mano sobre mi cabeza y permanecer así hasta la
eternidad.
Tuyo, Franz

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